top of page

Vienen, permanecen, se van

  • Foto del escritor: cristinacayuela
    cristinacayuela
  • 25 oct 2018
  • 1 Min. de lectura

Hay personas que llegan a nuestra vida con las que creamos un vínculo que no establecemos con los demás. Hay un feeling que hace que esa unión crezca sobre buenos cimientos de amistad. Compartimos confidencias, alegrías, penas. Los convertimos en nuestros cómplices. A veces la vida nos separa de esas amistades, ya sea por algún conflicto o porque las circunstancias te llevan por otro derrotero. Se ocasiona un alejamiento y, con el tiempo, perdemos el contacto. También puede ocurrir que no haya un motivo claro, simplemente se va produciendo una distancia que ninguno de los dos hemos hecho nada por evitarlo. Pero vamos a quedarnos con lo bueno. Debemos prestar atención en qué papel ha jugado en nuestra vida esa persona que ya no está con nosotros, qué hemos aprendido durante el camino recorrido. Y no siempre están en nuestra vida para que aprendamos algo, sino que somos nosotros los que estamos en la suya para que sean ellos los que saquen un aprendizaje. Aunque creamos que no nos ha aportado nada bueno, seguro que alguna enseñanza sacamos. Al final al cabo, la vida es una lección constante y cuanto antes nos demos cuenta de ello, más jugo le sacaremos a nuestra existencia. No depende del tiempo. En ocasiones se aprende más de alguien en unos pocos unos meses que de quien ha permanecido años a nuestro lado. Debemos asumir que la gente viene, permanece y se va. Mientras tanto disfrutemos de su compañía y demos lo mejor de nosotros mismos.

 
 
 

Comentarios


©2018 by Cristina Cayuela

bottom of page