top of page

Un viaje al cambio interior

  • Foto del escritor: cristinacayuela
    cristinacayuela
  • 7 ene 2019
  • 2 Min. de lectura

Año nuevo, vida nueva. Propósitos de cambios que implican gimnasios, dietas, ahorrar para la compra de un piso o el deseo de un embarazo, por poner varios ejemplos. Pero ¿alguien se ha propuesto hacer un cambio por dentro? Muchas veces creemos que mantenernos firmes en nuestras convicciones, en nuestros puntos de vista, es indicativo de fortaleza, carácter, madurez, personalidad. De lo contrario, daríamos un síntoma de debilidad emocional porque nos dejamos influir por los pensamientos o ideas de otras personas. Es como si esa inamovilidad fuera indicio de la plenitud personal, de haber llegado a lo más alto en un encuentro con nosotros mismos. Sin embargo, si realmente queremos avanzar, madurar y alcanzar esa plenitud personal, invito a perseguir el cambio continuo, a salir de las conclusiones sacadas desde la misma perspectiva. Invito a salirse de lo estipulado,a no encorsetarse en los enfoques de siempre, infectados muchas veces por prejuicios del porque sí, porque así se ha hecho siempre y así tiene que ser. Una misma situación puede tener varios puntos de vista siendo tan válidos los unos como los otros. Esta exploración y aceptación de nuevos criterios, nos da la oportunidad de integrarlos en nuestra manera de actuar, dándonos un abanico de nuevas posibilidades y encontrando nuevas salidas a cualquier adversidad o preocupación. No hay que tener miedo a los cambios, la vida es un cambio constante y las circunstancias también. Mantenerse quieto mientras la vida avanza nos hace estar anclado en un pasado que ya no existe, porque es eso, pasado. Nos quedamos obsoletos mientras nuestro alrededor progresa. Cambiar no significa debilidad. Hay que ser fuerte y valiente para aceptar los cambios, porque en cada cambio dejamos atrás nuestra zona de confort. Si todo depende del color con que se mire, permitámonos el arcoíris para tener mayor riqueza emocional y empatía con los que nos rodean.




 
 
 

Comments


©2018 by Cristina Cayuela

bottom of page